Miles de onubenses protestan ante una sanidad pública "que atraviesa su peor momento y que pone en peligro la vida de la gente"

Huelva/Miles de onubenses han salido a la calle este martes para luchar por la sanidad pública y por "la gente que está detrás de los números de las listas de espera, que sufren y que tienen dolores, y que podríamos ser cualquiera de nosotros". Recorrían juntos la ciudad desde el antiguo estadio hasta la Plaza de las Monjas, clamando por "una cuestión de supervivencia de la ciudadanía de Huelva, que está cansada de pedir lo mismo desde hace más de dos décadas". Diego Mora, portavoz de la asociación Onusap -asociación de Onubenses Unidos por una Sanidad Pública de Calidad-, entidad que ha organizado la protesta, aseguraba que "los motivos para volver a salir a la calle son más que conocidos por todos", aseverando que "ha perdido la cuenta sobre el número de manifestaciones, pero que seguramente no sea la última".

En muchas de las pancartas podían leerse referencias al Materno Infantil, los Chares, Cirugía Torácica o Cirugía Vascular, que ha agravado la "debacle de los últimos meses" en la sanidad pública onubense y que se une a la andaluza, "que vive el peor momento de su historia". De forma más concreta, recordaba que ya hace años "pedíamos no tener que llevar a nuestros niños pequeños a operarse de apendicitis o de una fractura a Sevilla, pero han pasado diez años y aún seguimos teniendo que mandar a los niños a operarse a Sevilla".

Incidía en la necesidad de un Servicio de Cirugía Torácica, recordando que "también protestamos desde hace ya una década por tener que llevar a nuestros enfermos hasta Sevilla para operarse y seguimos haciendo lo mismo". Sobre los Chares, que acercarían la sanidad a la población de distintas comarcas de Huelva, asegura que "mientras que en el resto de las provincias andaluzas los disfrutan, aquí seguimos sin ninguno". También reiteraban la urgencia de contar con el Hospital Materno Infantil, "porque hoy día, en pleno siglo XXI, se considera la manera de tratar a mujeres y niños y porque es una infraestructura que puede hacer que el hospital, que se nos ha quedado pequeño, crezca".

En un manifiesto leído al fin del recorrido, en la Plaza de las Monjas, desde Onusap cargaban contra la Junta de Andalucía, la delegación de Salud y la gerencia del Hospital Juan Ramón Jiménez, "por tenernos abandonados y no luchar por los pacientes, con una senda de privatización y un presupuesto destinado a conciertos con la sanidad privada".

Además, añadían que son los mismos gestores los que continúan aceptando, aún a sabiendas de que estamos en una provincia mal comunicada, una política de contratación de personal "absolutamente ruin, que está detrás de la debacle ocurrida en el servicio de Cirugía Vascular, como lo estuvo hace dos años con la casi perdida de la Unidad de Ictus y como se siguen viendo amenazados otros servicios".

Cirugía Vascular, la gota que colmaba el vaso

La preocupación por la posible pérdida del Servicio de Cirugía Vascular los llevaba a convocar otra manifestación el pasado febrero. Corría riesgo una "especialidad esencial en el siglo XXI, con la vida de muchos pacientes en peligro". Recordaba además que "como poco, se necesitan seis o siete cirujanos vasculares, porque con 7.000 enfermos que llevan casi dos años que esperan desde hace más de dos años necesitaríamos 12 o 13 para reducir esa lista de espera", puesto que "mientras haya tres, tendremos urgencias de ocho a tres, y las urgencias vasculares o accidentes de tráfico no entienden horario de oficina".

Entre otros ejemplos, afirmaba que "estamos aquí por los 10.000 pacientes que están en lista de espera para operarse, porque cualquier paciente que no se opera a tiempo puede operarse tarde". Citaba los "miles de pacientes que hay en lista de espera de neurología, con diez meses de espera", dando importancia a la necesidad de hacer un diagnóstico precoz de una enfermedad degenerativa o de un tumor.

Sobre la Salud Mental, otra de las demandas que se han escuchado en la protesta, hablaba de "una pandemia de Salud Mental", con tiempos de espera de más de cuatro meses y "jóvenes que se están quitando la vida a punta pala".